El baño de hielo ha sido utilizado regularmente en los deportes profesionales de ahora para la rehabilitación de las lesiones de los atletas. Pero el baño de hielo afecta al cuerpo de una manera completamente diferente a como lo hace la criosauna, la cual ha demostrado hasta ahora ser mucho más beneficiosa y no tener efectos negativos colaterales. Entonces ¿cuáles son los efectos diferentes entre el baño de hielo y la criosauna?
Primero, durante los 15-20 minutos del baño de hielo, el tejido se enfría bastante rápido y los músculos congelados temporalmente pierden capacidad, porque los tejidos de los músculos necesitan tiempo para volver a la normalidad- sin mencionar que después del baño de hielo el cuerpo necesita descansar. De esta manera sin tener en cuenta la hora del día a la que se toma el baño del hielo, el atleta no puede volver a hacer ejercicio antes del día siguiente. En contraste, la criosauna no congela el tejido del músculo realmente, solamente crea una potente ilusión de que el cuerpo se congela. Así una ventaja adicional es que sólo 5 o 10 minutos después del tratamiento, un atleta puede continuar el ejercicio o competir completamente recuperado y capaz de hacer un uso completo del día.
A continuación, necesitamos enfatizar que la reacción del cuerpo a las temperatura criogénicas (temperaturas inferiores a -110°C o -166°F) en la criosauna es completamente diferente a la reacción de las temperaturas bajas durante el baño de hielo. La gran diferencia está en el hecho de que, cuando se enfría gradualmente en el baño de hielo, la respuesta del cuerpo es intentar calentar la máxima sangre posible en tronco del cuerpo para enviarla a las partes exteriores y mantener caliente la superficie de la piel. En otras palabras mientras en el baño de hielo el cuerpo está luchando contra un frío físico, real, penetrante e implacable (no solamente señales de los sensores de frío de la piel). Este proceso continua intentando hacer al cuerpo capaz de generar suficiente calor para mantener caliente la parte exterior del cuerpo. Pero cuando el calor ya no es suficiente, los músculos comienzan a congelarse, comenzando al nivel de la superficie de la piel y continuando hacia dentro del centro del cuerpo. Por esta razón las estancias largas de la bañera de hielo pueden causar hipotermia que puede llevar a la muerte y es muy difícil parar este proceso una vez comenzado.
Pero en la criocámara, la superficie de la piel alcanza una temperatura de -1°C/32°F en sólo 30 o 40 segundos mientras la temperatura exterior es de – 170°C (esto es imposible en una bañera de hielo donde la temperatura de la piel no puede caer por debajo de +5°C/41°F). Esta señal enviada desde la piel al cerebro sobre el nuevo entorno crítico es tan potente que el cerebro enseguida entiende que no hay manera de mantener caliente la parte exterior del cuerpo. En su lugar los vasos sanguíneos y capilares se someten a una severa vasoconstricción para evitar la caída de la temperatura del centro del cuerpo disparando los procesos descritos anteriormente- enriqueciendo la sangre y enviándola a los órganos internos bajo una presión sanguínea alta. Esto nunca sucede en el baño de hielo.
Finalmente, en la bañera de hielo, el aporte de oxígeno a la superficie de la piel es interrumpido y le causa daños que pueden derivar en enfermedades de la piel si el proceso se repite a menudo.
Como conclusión de esta breve explicación de los aspectos al nivel bioquímico del proceso del criotratamiento, podríamos decir que se presenta desde el punto de vista más científico que médico.